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¿Qué implica rendir cuentas con enfoque basado en derechos humanos y paz?
Implica atender los interrogantes sobre quién/quiénes participan, sobre qué y cómo se rinden cuentas
Sobre quiénes participan:
vincular mediante la participación efectiva a todos las personas, especialmente a aquellos que históricamente han sido excluidos.
Si bien la participación debe ser amplia y para todos los sectores, debe tenerse en cuenta y vincularse de manera especial a los sujetos que son objeto de la acción pública de la respectiva entidad. Y de manera particular a los voceros o representantes de las organizaciones que los aglutinan.
Sobre qué se rinden cuentas:
sobre cómo se articula la planeación y la gestión en la protección, promoción y garantía de los derechos humanos. Para determinar los contenidos sobre los cuales se rinde cuentas es necesario analizar:
“El esquema de deberes, obligaciones y responsabilidades que impone las normas de derechos "humanos a todo el orden social: ¿quién es el titular?, ¿quién garantiza?, ¿quién protege?"
Valoración de en qué medida los titulares de derechos explican qué son, cómo se benefician de la realización de sus derechos y cuál es el nivel de capacidad de los garantes de estos derechos para asumir sus responsabilidades. (Ver la pregunta sobre que se rinde cuentas con EBDH).
¿Cuáles derechos se buscan alcanzar con la gestión de la entidad que rinde cuentas y si, en efecto, se ha logrado su realización?
Identificar el alcance de las transformaciones sociales para mejorar la calidad de vida en la ciudadanía y, especialmente, de los sectores en condiciones de vulnerabilidad.
Si se ha logrado visibilizar la incidencia de la ciudadanía en el diseño, la implementación y el seguimiento de las políticas públicas.
¿Cómo la acción pública contribuye a la realización de derechos y a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS?
Sobre el cómo de la rendición de cuentas
Los principios de los derechos humanos y la conceptualización de la paz, en un sentido amplio, establece que el proceso de rendición de cuentas debe ser participativo, inclusivo y responsable. Esto implica:
Un cambio orientado a la garantía, protección y promoción de los derechos humanos desde la alianza entre Estado y comunidades que permitan la vinculación de los ciudadanos en el desenvolvimiento de dichos procesos mediante espacios de deliberación y la construcción conjunta de propósitos comunes.
Asumir liderazgos que ofrezcan el horizonte futuro. Esto implica pasar de la queja – excusa a las propuestas y la cogestión.
Entender la rendición de cuentas como acto de humanización. Se hace necesario desarrollar estrategias de (re)humanización, es decir, fomentar el sentido de pertenencia, agudizar la capacidad de escucha, reconocer la situación y sufrimiento del otro y tener la iniciativa y mantener el diálogo desde la diversidad.
Rescatar las redes de relaciones y construcción de base social para la paz. La rendición de cuentas debe centrarse en la restauración y reconstrucción de las relaciones” (Lederach, 2007, p. 58) lo cual implica en mediano y largo plazo la movilización de los actores y el aporte a la construcción de base social y redes sociales.
Sobre quiénes participan:
implica vincular a todas las personas sujetos de derechos, especialmente a aquellos que históricamente han sido excluidos, garantizando la participación efectiva.
Si bien la participación debe ser amplia y para todos los sectores, debe tenerse en cuenta y vincularse de manera especial a los sujetos que son objeto de la acción pública de la respectiva entidad. Y de manera particular, a los voceros o representantes de las organizaciones que los aglutinan.