Gestión del Conocimiento

Icono cultura de compartir y difundir

Buenas prácticas y lecciones aprendidas


Icono buenas prácticas

 

 

¿Por qué es importante identificar, documentar y socializar buenas prácticas y lecciones aprendidas en la gestión del conocimiento?


Las buenas prácticas y las lecciones aprendidas son concebidas como estrategias de fortalecimiento de la cultura de compartir y difundir, del mismo modo, ambas guardan una relación directa con el objetivo de fortalecer los procesos de aprendizaje organizacional en las entidades públicas.

 

El siguiente diagrama ilustra la forma en la que las acciones transversales a las buenas prácticas y las lecciones aprendidas contribuyen a ese fortalecimiento del aprendizaje organizacional:

 

De acuerdo con Función Pública (2021), las buenas prácticas se pueden entender como aquellas actuaciones concretas, prácticas o soluciones basadas en ciertos conocimientos, investigaciones o experimentos y que, gracias a su utilidad y sencillez, brindan herramientas, métodos y técnicas, que pueden aumentar las posibilidades de éxito de la gestión y servir de ejemplo para otras entidades.

 

En ese sentido, desde Función Pública se proponen dos niveles de clasificación de las buenas prácticas, según se detalla a continuación:

 

Primer nivel: Reflejan aprendizajes y ejemplifican acciones desarrolladas por las entidades u organismos de la gestión pública.
o    Son sencillas y simples.
o    Son pertinentes y adecuadas al contexto.
o    Fomentan su réplica.

 

Segundo nivel: Resuelven necesidades o problemas puntuales de la gestión pública demostrando que funciona bien y cuentan con buenos resultados.
o    Le aplican los mismos criterios del primer nivel.
o    Permiten generar una solución.
o    Tienen resultados medibles.
o    Permiten mejorar la eficiencia o la efectividad.
o    Son sustentables en el tiempo.

De otra parte, en lo que refiere a las lecciones aprendidas, el Banco Interamericano de Desarrollo (2008) las entiende como aquel conocimiento adquirido sobre una o varias experiencias, a través de la reflexión y el análisis crítico de los factores que pudieron haber afectado positiva o negativamente el resultado esperado. En línea con lo anterior, la evaluación de los criterios que constituyen a las lecciones aprendidas se establece principalmente por los aprendizajes que estas permitieron derivar, y en ese sentido, estos pueden quedar agrupados en las siguientes categorías:

 

 

Para profundizar sobre esta temática, se puede consultar la cartilla de El aprendizaje organizacional a través de las buenas prácticas y lecciones aprendidas.