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Episodio 13 | Rendición de cuentas: así se hace
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Damos inicio a un especial de tres entregas sobre rendición de cuentas. Y empezamos con lo básico: ¿qué es y cómo se hace? En este episodio de Frecuencia Pública, el podcast del Departamento Administrativo de la Función Pública, hemos invitado a diferentes expertos para abordar el concepto de rendición de cuentas más allá de su definición, para entender qué prácticas son determinantes en su éxito y cómo se relaciona con un Estado más cercano, abierto y moderno. Hemos conversado con Paulina Yepes, miembro de la Red de Lenguaje Claro y docente de la Universidad EAFIT; Juan Martín Vila, experto en gobierno abierto de EVM España, y Elsa Yanuba Quiñones, coordinadora del Grupo de Análisis y Políticas de la Dirección de Participación, Transparencia y Servicio al Ciudadano de Función Pública.
Elsa Quiñones: La rendición de cuentas a la ciudadanía es una responsabilidad que tienen las entidades públicas ante los ciudadanos de informar y explicar los avances y los resultados en la gestión que han adelantado, para cumplir con sus compromisos institucionales.
Juan Montes: Escuchamos a Elsa Quiñones.
Elsa Quiñones: Soy asesora de la Dirección de Participación, Transparencia y Servicio al Ciudadano, en el Departamento Administrativo de la Función Pública y coordino actualmente el Grupo de Análisis y Políticas.
Juan Montes: Si nuestro objetivo fuera saber en qué consiste la rendición de cuentas, con esta definición llegaríamos al final del que sería el episodio más corto de Frecuencia Publica, el podcast del Departamento Administrativo de la Función Pública.
Pero no solo queremos saber qué es la rendición de cuentas, sino también entender cómo se hace y qué prácticas dentro de este proceso de comunicación entre entidades y ciudadanos hacen la diferencia. Así comenzamos con este episodio, que es la primera de tres entregas especiales sobre rendición de cuentas.
Regresamos con Elsa, que nos estaba contando qué es la rendición de cuentas.
Elsa Quiñones: La rendición de cuentas exige, pues, a las entidades públicas, a los directivos de las entidades públicas que informen de una manera sencilla y clara a los ciudadanos qué hacen con los recursos que les son asignados para cumplir con su misión institucional, qué planes, qué programas, qué proyectos, qué servicios han adelantado durante cada año para ello y deben generar la posibilidad de que la ciudadanía pregunte sobre esa información que la administración está dando. Deben dar la posibilidad de que la ciudadanía pida cuentas de esa información, haga cuestionamientos, exprese su opinión al respecto en el sentido de lo que considere que está bien o no está bien, de manera que la rendición de cuentas también implica facilitar a la ciudadanía el ejercicio del control social a lo que hacen las entidades públicas.
Juan Montes: El éxito de una rendición de cuentas depende, en gran parte, de que se lleve a cabo en el marco de una estrategia que se compone de tres elementos.
Elsa Quiñones: Información, diálogo y responsabilidad, que deben tener actividades diseñadas durante todo el año para que la entidad rinda cuentas a los diferentes públicos.
Algo importante cuando hablamos de rendición de cuentas a la ciudadanía en las entidades públicas es que esto tiene que hacerse de manera organizada; es decir, las entidades públicas cada año tienen que diseñar una estrategia de rendición de cuentas. Esa estrategia de rendición de cuentas debe incluir actividades que deben adelantar las entidades durante todo el año para informar al ciudadano, como señalamos, para decirle qué está haciendo en materia de la gestión pública y de cumplimiento de sus compromisos. Entonces, son actividades de información a través de diferentes estrategias de comunicación que sean cercanas al ciudadano, que sean claras, que consideren los diversos públicos que tiene una entidad pública: niños, jóvenes, adultos mayores, comunidades étnicas, personas con discapacidad, población que de pronto no tiene niveles académicos altos, población rural, en fin.
Entonces, estrategia de comunicación para llevar información de manera clara a diversos públicos sobre el cumplimiento de sus responsabilidades y obligaciones a través de planes, programas y proyectos. Entonces, son esas las actividades que tienen que incluirse en esa estrategia anual de rendición de cuentas.
Y también es necesario que se incluyan actividades que permitan el diálogo con esos público; es decir, la posibilidad de que la entidad se encuentre con los diferentes públicos, conversen sobre esos resultados y avances de la gestión, muestren a la ciudadanía de manera clara en lenguaje sencillo y comprensible, cuáles son los resultados de su gestión y posibilite a esos ciudadanos organizados o no que pregunten sobre esos resultados, que cuestionen y digan qué cosas no están bien y qué cosas tienen que mejorar. A eso le llamamos espacio de diálogo. ¿Y esos espacios de diálogo en qué se concretan? Se concretan en, por ejemplo, mesas de trabajo con representantes de diferentes organizaciones sociales, se pueden concretar en foros que haga la identidad para hablar con la ciudadanía sobre esos resultados, se puede concretar en las audiencias públicas que tradicionalmente se hacen para hacer la rendición de cuentas, en ferias de servicio en las cuales se permita ese intercambio, ese diálogo de directivos de proyectos con los diferentes públicos y en diferentes espacios de encuentros que las entidades puedan definir durante todo el año para informar y explicar los avances y resultados de la gestión. Y hay un tercer grupo de actividades que deben formular las entidades en su estrategia de rendición de cuentas que deben permitir la evaluación de los ciudadanos de esas actividades de rendición de cuentas que se adelanten durante todo el año. Entonces, debe haber una evaluación de los ciudadanos que le esté diciendo la entidad si lo que estamos haciendo para rendir cuentas está bien y qué cosas hay que mejorar. Esas otras actividades que tienen que ver con la responsabilidad que tiene la entidad ante la ciudadanía deben permitir también que la entidad incorpore las opiniones, las recomendaciones de los ciudadanos para hacer acciones de mejora; es decir, implementar cambios en la gestión, en la planeación, en el manejo que está haciendo de los asuntos públicos para mejorar lo que hace en respuesta a las peticiones de la ciudadanía, a las opiniones, a las recomendaciones, a las sugerencias ciudadanas.
Juan Montes: Una de las herramientas más valiosas para que las entidades lleven a cabo de forma óptima la rendición de cuentas es el Manual Único de Rendición de Cuentas (MURC).
Elsa Quiñones: Es una metodología que es de obligatorio cumplimiento por parte de las entidades públicas, que les permite a las entidades diseñar su estrategia de rendición de cuentas. Les permite identificar las actividades que pueden desarrollar para hacer la rendición de cuentas durante todo el año, bien sea las actividades de información, de diálogo o de responsabilidad.
El Manual Único de Rendición de Cuentas (MURC) también explica de una manera clara qué es la rendición de cuentas, cuáles son los elementos de la rendición de cuentas que mencionamos (información diálogo y responsabilidad), indica cómo usar los indicadores de gestión que tiene la identidad para hacer la rendición de cuentas. El Manual Único de Rendición de Cuentas (MURC) tiene herramientas, una caja de herramientas, que les permite a las entidades mirar qué técnicas, qué métodos, qué formatos inclusive pueden utilizar para cumplir con todas estas actividades de rendición de cuentas.
El Departamento Administrativo de la Función Pública tiene la responsabilidad de formular los lineamientos y las políticas para que las entidades públicas realizan estos ejercicios de rendición de cuentas. Les dice qué deben hacer, cuál es el alcance de esto, cómo entenderlo, cuáles son sus obligaciones y sus responsabilidades. Nosotros con esta metodología que tenemos del Manual Único de Rendición de Cuentas (MURC) y la política que formulamos brindamos capacitaciones masivas o por cada una de las entidades, según ellos lo necesiten; entonces, para eso tenemos una planeación anual de eventos de capacitación para las entidades de nivel nacional y del nivel territorial, tenemos un equipo de asesores en la dirección —alrededor de 20 asesores — que están por organismos del orden nacional y del orden territorial que acompañan a las entidades en la formulación de sus estrategias anuales de rendición de cuentas, que realizan capacitaciones también a los funcionarios de cada una de las entidades, acompañamos el diseño de los espacios de diálogo para la rendición de cuentas.
También Función Pública, además de esta oferta de acompañamiento a las entidades, hace un seguimiento al cumplimiento de estos lineamientos de rendición de cuentas a través del Modelo Integrado de Planeación y Gestión (MIPG) y del Formulario Único de Reporte de Avance a la Gestión (Furag), que evalúa el nivel de avance de las entidades en estos lineamientos de rendición de cuentas. Con base en ello, identificamos las principales debilidades de las entidades y diseñamos estrategias para ayudarlos a cerrar esa brecha que tienen frente al tema de rendición de cuentas.
También tenemos una oferta, una caja de herramientas con instrumentos, con formatos, con técnicas, con métodos que ayudan a las entidades a implementar la rendición de cuentas de acuerdo con las metodologías que nosotros estamos orientando.
Juan Montes: El Manual Único de Rendición de Cuentas está disponible en www.funcionpublica.gov.co/web/murc
Juan Montes: Al comienzo de este episodio, Elsa mencionó un aspecto de la rendición de cuentas sobre el que también conversaremos.
Elsa Quiñones: … que informen de una forma sencilla y clara a los ciudadanos...
Juan Montes: En otras palabras, se refiere al lenguaje claro, que debería ser fundamental en todos los escenarios posibles en los que las entidades dialogan con los ciudadanos (sobre esto conversamos en el episodio número cuatro de Frecuencia Pública)
Romina Marazzato: El lenguaje claro tiene una definición muy accesible desde las asociaciones de lenguaje claro, que lo definen como una comunicación en la cual la redacción, la estructura y el diseño le permiten al lector meta, al lector al que estamos dirigiendo nuestro texto, encontrar lo que necesitan, entender eso que cuentan y poder utilizar esa información para sus fines, por ejemplo: aprender, tomar una decisión, realizar una tarea o un proceso...
Juan Montes: Y la rendición de cuentas es un buen punto de partida para implementarlo.
Paulina Yepes: El lenguaje claro es importante en todos los procesos públicos, administrativos, jurídicos e incluso académicos.
Juan Montes: Ella es Paulina Yepes.
Paulina Yepes: Soy docente de la Universidad Eafit y candidata doctora en Humanidades, también de la Universidad Eafit.
Paulina Yepes: En un proceso como la rendición de cuentas, el lenguaje claro es importante porque, finalmente, es una comunicación directa entre el Estado y el ciudadano, las personas. Cuando nosotros logramos establecer una comunicación directa con las personas, pues podemos hablarles de muchas formas, pero si usamos el lenguaje claro, el lenguaje claro lo que permite es que el público entienda el mensaje. Se transmite un mensaje con ciertas características: es simple, es sencillo, se evita terminología, se ordenan bien las oraciones, se mantiene un sujeto, en fin... todas estas características permiten que el ciudadano, que es a quién le llega la información, le llegue de manera correcta.
Juan Montes: Para garantizar que la información que se comparte durante la rendición de cuentas cumple con las características del lenguaje claro, Paulina comparte los siguientes procesos, ideales para llevarse a cabo de forma previa.
Paulina Yepes: En el proceso de rendición de cuentas hay que tener en cuenta que puede hacerse de manera oral o de manera escrita y en cada caso tendrían que tenerse unas consideraciones diferentes.
Por supuesto, en la escritura —que es el campo específico en el que nos hemos dedicado y el que más hemos estudiado, y yo trabajo con lectura y escritura, finalmente me enfoco precisamente allí— hay que pensar cuatro elementos para la preparación. Estos elementos incluso los propone el Departamento Nacional de Planeación (DNP) en la Guía de Atención al Ciudadano, donde mencionan algunos criterios del lenguaje claro.
Entonces, tendríamos: en primer lugar, planear lo que vamos a escribir o lo que vamos a decir, para que no se nos escape una idea, para que la idea principal se mantenga, para evitar perder el hilo, para no irnos por otros temas, ¿cierto? Entonces, hacer una planeación de qué se va a decir, cómo se va a decir, dónde lo voy a plasmar, en qué formato, a partir de quién parto para decir lo que digo, toda esta parte de conocimiento del texto y del contexto.
Luego viene el momento de la escritura que es donde se procesa la información. Allí, normalmente es hasta donde lo dejamos y la mayoría de personas lo que hacemos es que ahí enviamos el texto y listo. ¿Qué pasó? Nos faltaron dos procesos importantes y es el que debería tener en cuenta toda persona que vaya a escribir un documento público —en este caso, de rendición de cuentas.
¿Qué tendría que hacer? Revisar; es decir, volver a leer, ojalá leer en voz alta porque es donde uno más errores encuentra y, segundo, validar. Esos serían los cuatro pasos: planear, escribir, revisar y validar, de acuerdo con el DNP.
Esa validación consiste en que otra persona nos lea, otra persona afín, o del área, o incluso —y sería mucho mejor— si es alguien parecido al público objetivo de ese texto. Saber que sí está bien, que sí está claro, que sí se comprende lo que se quiere decir.
Yo he preparado un ejemplo para mostrarles los problemas que hay en un texto que ha sido objeto de rendición de cuentas y cómo se podría mejorar con el lenguaje claro.
Este texto que he tomado es de un municipio, he cambiado el nombre, he puesto nombres ficticios, para evitar decirlo y fue tomado de un informe de rendición de cuentas del año 201. Es un documento con 35 páginas y esto está en la página 11, que además es un documento, empecemos por ahí, muy largo, claro tiene todo el resumen de lo que hace cada una de las secretarías, pero podría estar incluso más corto porque es de divulgación. Se encuentra en el sitio de la alcaldía de este municipio.
El ejemplo dice así —y voy a intentar decirlo lo más claro posible, para mostrar los errores—: “Desde la dirección de vivienda” —esa dirección está con minúscula— “en su plan de gobierno se plasmo como objetivos principales la disminución del déficit de vivienda tanto en la zona urbana como en la zona rural, con la oración de proyectos para vivienda nueva y el mejoramiento de vivienda”.
En esta primera oración encontramos, entonces: “dirección de vivienda” en minúscula, “plan de gobierno se plasmo” sin tilde, sería “plasmó como objetivos principales”, entonces nos habla en plural, cuando nos decía “se plasmó”, entonces sería “se plasmaron” y luego dice “como objetivos principales la disminución del déficit de vivienda”; es decir, solo hay un objetivo, no nos hablan de más. Entonces, ahí hay un problema de concordancia. Ahora, además dice “disminución del déficit de vivienda” y con eso tenemos varios problemas: ‘déficit’ en el diccionario tiene tres entradas; es decir, se define de tres formas y una de ellas que es la que nos interesa para este caso dice que es “falta o escasez de algo que se juzga necesario”, entonces sería un poco incoherente decir que lo que se va a hacer es la disminución del déficit de vivienda; ¿la disminución de la falta de vivienda? Suena raro ese doble negativo ahí. No sé si para el público al cual está dirigida la rendición de cuentas ‘déficit’ si sea una palabra clara, quizás más bien ‘falta’, ‘escasez’, ‘dificultad para el acceso’... en fin, ya les mostraré cómo quedaría el cambio.
Bien, hasta ahí teníamos un punto y en esa primera oración no tendríamos más para analizar. Luego dice: “Para el logro de estos objetivos”. Volvemos al plural, ya sabemos que solo hay uno. “Se realizó la construcción de 33 viviendas nuevas, 1.202 mejoramientos de vivienda, se realizó el convenio con la Fundación BMJ, se han construido 30 viviendas nuevas y 60 mejoramientos en el barrio La Estrella, La Dama y se dejaron los estudios y diseños para urbanización en San José, Lote Gómez, La Dama y Arcángel”.
Si me notaron falta de respiración, no fue porque no hubiera preparado cómo leerlo, es porque lo leí como está, no hay un solo punto. Hay una que otra coma, pero no facilita la lectura y, entonces, allí encontramos otro problema. El lenguaje claro nos dice que debemos de escribir oraciones simples en la medida de lo posible.
¿Qué es una oración simple? Sujeto, verbo y complemento; es decir, sujeto y predicado. Debemos evitar las subordinadas, que son las que dependen una de otra, el ‘qué’, adicionar información, el ‘pero’. Obviamente tenemos que ponerlos, pero entonces no lo hagamos siempre.
Y mantengamos el referente. Aquí el referente se ha perdido. Por ejemplo, dice: “Para el logro de sus objetivos, se realizó la construcción de 33 viviendas nuevas, 1.202 mejoramientos de vivienda”. “Se realizó”, entonces empezamos otra vez y vamos con ese verbo ‘realizar’. “Se realizó la construcción”, “se realizó el convenio”. En la primera es mejor decir “se construyó” o “se construyeron”, en este caso. “Se construyeron 33 viviendas”, en vez de decir “se realizó la construcción”, es mucho más simple un solo verbo, no toda esta conjugación.
Más adelante dice “se realizó el convenio con la Fundación”, con la palabra realizó tendríamos allí un problema porque “se firmó”, “se ejecutó”, ¿en qué proceso quedó? ‘Realizar’ no nos dice mucho.
Además, dice: “se realizó el convenio con la Fundación PMJ, se han construido 30 viviendas”, quizás ahí hubo un problema con la persona que lo estaba escribiendo y se le olvidó cómo venía y combinó dos cosas.
Después dice: “60 mejoramientos en el barrio La Estrella, La Dama y se dejaron los estudios y diseños para urbanización en San José, Lote Gómez, La Dama y Arcángel”. ‘La Estrella’ es el nombre del barrio, ‘La Dama’ sería el corregimiento —insisto en que son nombres ficticios— en este caso. Yo lo sé, porque conozco el caso original, pero acá en el texto no es claro, seguramente los destinatarios principales de esta rendición de cuentas serían ciudadanos del mismo municipio y podrían entender, pero alguien de otro municipio no sabría de que están hablando y es que La Dama es un corregimiento, no es un municipio.
Luego dice: “y se dejaron los estudios y diseños para urbanización en San José” —que ese sería el municipio— “Lote Gómez, La Dama y Arcángel”. Entonces, ¿cómo mezclamos en la cabecera municipal del municipio con dos corregimientos?
Por último, dice: “El resumen más detallado se encuentra plasmado en el informe entregado por la directora de vivienda” y allí encontramos, por lo menos, cuatro problemas.
Primero, dice “el resumen mas detallado”. No tiene sentido, o sea, o es más detallado y entonces no es un resumen o realmente es un resumen y entonces qué es esto. Yo entendería que este que estamos leyendo es el resumen y que hay un informe, quizás, más detallado o una explicación más amplia.
Segundo detalle: obviamente quienes nos escuchan no lo pueden ver, pero la palabra “mas” aquí está escrita sin tilde. Es válida, pero en otro contexto. ‘Mas’ sin tilde equivale a ‘pero’. Aquí sería “el informe más detallado”, tendría otra connotación y necesitaríamos la tilde.
“... se encuentra plasmado en el informe”. Con ‘plasmado’ volvemos al mismo verbo empleado en el primer renglón, donde decía “en su plan de gobierno se plasmó como objetivos”. Es un texto muy corto, es un párrafo, como para decir que vamos a repetir una expresión.
“... en el informe entregado por la directora de vivienda”. Obviamente, sería mejor no solo decir “directora de vivienda”, sino “de la Dirección de Vivienda”.
Bien, ahora voy a leer cómo quedaría con el lenguaje claro. Dice así: “La Dirección de Vivienda presentó dentro de su plan de gobierno, como uno de sus objetivos principales, la posibilidad de aumentar el acceso a vivienda, tanto en la zona urbana como en la zona rural. Esto a través de la elaboración de proyectos para vivienda nueva y mejoramiento de vivienda. Para lograr estos objetivos, en el periodo de gobierno actual se construyeron 33 viviendas nuevas y se mejoraron 1.202. Además, se hizo un convenio con la Fundación BMJ por medio del cual se construyeron 30 viviendas nuevas y 60 mejoramientos en el barrio La Estrella del corregimiento La Dama. Así mismo, se dejaron listos los estudios y diseños para urbanizaciones en la cabecera municipal de San José, Lote Gómez y en los corregimientos de La dama y Arcángel. Para mayor información, se puede consultar el informe entregado por la directora de la Dirección de Vivienda”. Bien, ahí lo tendríamos.
Precisamente, el lenguaje claro lo que hace es que nos da la información con mayor detalle y por eso escribir con lenguaje claro no es escribir siempre más corto. Claro, a veces sí acortamos la información porque hay leyes que de pronto no tenemos que incluir, en fin.
Pero, en el sentido de clarificar, de que se mantenga el referente, de que no se pierda la concordancia, a veces tiene que ser más largo. Yo aquí paso de un párrafo que originalmente tenía ocho renglones y medio a un párrafo de 10 renglones y medio. Se suman dos renglones.
Juan Montes: La rendición de cuentas puede ser entendida como un acto de transparencia.
Juan Martín Vila: Por más que la rendición de cuentas no haya aparecido en los pilares iniciales marcados por el gobierno abierto mediante la declaración de Obama, ¿no? Que son la transparencia, la participación ciudadana y la colaboración, sí creo que la rendición de cuentas es un pilar, es un eje, se lo puede enmarcar en la transferencia, pero sí que ese ecosistema de acciones y de virtudes por parte de una administración pública hacia la ciudadanía, en el marco de un gobierno abierto son fundamentales.
Juan Montes: Escuchamos a Juan Martín Vila.
Juan Martín Vila: Soy Gerente de Desarrollo de Negocios de Transformación Digital en EVM España.
Juan Martín Vila: … Y entonces, la potencialidad que tiene es entender que la rendición de cuentas es cómo le contamos a los ciudadanos lo que hemos hecho como gobierno, con base en lo que dijimos o con base en lo que hacemos.
Los gobiernos tienen que gobernar o administrar mediante la administración pública los recursos que los ciudadanos les confieren en su potestad, porque a la larga va por ahí. Elegimos a alguien para que administre todo esto. Entonces, ¡qué nos cuenten qué es lo que están haciendo!
Pero cómo hacemos ese camino, esa rendición de cuentas, cómo involucramos a los ciudadanos, cómo lo hacemos de una forma transparente, cómo usamos los datos, cómo somos innovadores —que también es para mí un pilar fundamental del Gobierno Abierto— van a darle forma a ese concepto de “cuento qué es lo que hago” y que no simplemente sea a través de campañas políticas y que sea cada cuatro seis o dos años, dependiendo de cuándo haya elecciones. Entonces, “te cuento y revalido en un voto”, sino algo más cotidiano, algo más cercano y creo que se potencia y que la cultura del gobierno abierto también abraza de una forma general y llega de una forma mucho más potente a la ciudadanía y creo que esa forma potente de llegar a la ciudadanía y a la administración pública generan una nueva cultura y potencian a la cultura democrática que de vuelta, insisto, la rendición de cuentas es un pilar fundamental de la democracia y así lo marca Robert Dahl, cuando él habla de los principios de la democracia.
Juan Montes: En el marco de un gobierno abierto, la modernización en la relación del Estado con los ciudadanos implica el uso de nuevas tecnologías que faciliten y agilicen los procesos, pero que también los hagan más cercanos y, de paso, transparentes. Gran parte de esto es a lo que Juan Martín se refiere cuando habla de la ‘uberización’ del Estado.
Juan Martín Vila: Uber es un resultado de la cuarta revolución industrial, sin lugar a dudas. Es una plataforma digital, una app, con formato responsive que sirve para dar servicios, está muy orientada al servicio. El principal concepto de Uber es que da servicios de transporte, pero no tiene ningún vehículo propio.
Lo que hace es conectar necesidades, conectar la necesidad de alguien que tenía que tomar un transporte, un taxi, y que ya lo pide a través de la plataforma, paga a través de la plataforma, la da el servicio, geolocaliza, guarda las direcciones más habituales, hay un tracking... Entonces, incluso, si tengo que mandar a mi hijo en un taxi lo puedo mandar a pedirlo a nombre de otra persona que vaya, lo recoja, ver cómo sigue, me confirman cuando llega, cuando está abajo, de quién es el carro que va a venir a buscarme, con el nombre del conductor, la patente... hay un control de eso.
Por otro lado, no solamente el cliente, sino el conductor ahora se registra en Uber y dice: “bueno, yo no tengo que ir a buscar la demanda, sino que la demanda me va a llegar a través de la plataforma, que también me lo va a simplificar, que me lo va a hacer mejor para ir a donde están los clientes”.
Entonces ese concepto de dar un servicio muy orientado a la calidad para las dos partes, y se puede hablar también de Airbnb, de hotelería y turismo, es cómo nos orientamos a dar eso, cómo el Estado se sienta a dar eso. Va muy de dar una plataforma como Uber, que da servicios muy claros, con mucha experiencia de usuario, es decir, es muy sencillo pedir un taxi por Uber, es muy sencillo. Es más sencillo, incluso, que, hasta llamar por teléfono, que te atiendan, ¿no? La dirección automáticamente se georreferencia, abres la esa aplicación, tienes el método de pago instalado ahí...
¿Cómo podemos establecer esta clase de mecanismos desde los gobiernos centrales para que las distintas áreas puedan dar su rendición de cuentas, puedan dar sus servicios? Esta ‘uberización’ del Estado lo que busca es establecer plataformas descentralizadas, muy orientadas a un servicio y con mucha experiencia para que el ciudadano lo pueda entender, porque de repente uno dice: “sí, sí, acá, en el Open Data uno puede ver todo lo que el gobierno gasta”, pero es inentendible, no está orientado a un ciudadano, lo tiene que procesar alguien sumamente especializado.
Esa diferenciación de cómo hago un producto con base en plataformas para que los ciudadanos no entiendan, pero que también las áreas de gobierno, que vendrían siendo nuestros chóferes, puedan inyectar por ahí para que el producto se junte con el ciudadano y facilitar ese escenario donde se encuentren la administración pública y el ciudadano en torno a la rendición de cuentas o entorno a cualquier otro servicio, ¿no?
Juan Montes: Y así como las aplicaciones de transporte y en otros servicios que utilizan modelos similares la experiencia de usuario y la facilidad de uso ocupan un papel central, lo mismo debe ocurrir en las plataformas provistas por el estado. De hecho, se trata de un enfoque muy similar al propuesto por el lenguaje claro.
Juan Martín Vila: Siempre uso la misma frase: “quiero que este producto lo entienda mi madre”. Y eso es lo mismo que se plantean los de Uber: “Quiero que una persona no-nativa digital pueda pedir un carro, quiero que una persona no-nativa digital pueda hacer un pedido en Rappi, en Glovo o en Pedidos Ya”.
La Cuarta Revolución Industrial lo que está haciendo es acercar a las personas un montón de nuevos servicios basados en tecnologías y esas tecnologías tienen que ver con el big data, tienen que ver con el diseño web, tienen que ver con las sensórica, tienen que ver con el blockchain, tienen que ver con el diseño centrado en los usuarios y en los clientes...
Entonces, sí creo que contemplar la rendición de cuentas como un político que se para en un escenario y tiene unas gradas o un aforo donde les dice que es lo que va a hacer y le hacen preguntas y demás no está mal, pero podemos potenciarlo, podemos hacer una rendición de cuentas mucho más ágil y sobre todo porque los ciudadanos tienen su agenda personal, tienen sus tiempos, tienen sus vínculos y cuando además hablamos de territorios nacionales o con mucha superficie es difícil llegar a una gran cantidad de ciudadanos de forma presencial y todas estas tecnologías nos pueden permitir acelerar eso.
Una rendición de cuentas donde tengamos datos, herramientas visuales muy sencillas que visualicen todo esto que se quiere contar, que podamos enlazar mediante blockchain y encriptar la información para que todos estemos seguros y que confiemos en esa información que está ahí, en eso que está ahí, en que pensar de forma de forma disruptiva, la innovación pensarla en un formato digital —hoy en día, lo digital viene avanzando y la pandemia nos avanzó muchísimo—, entonces creo que la rendición de cuenta se tiene que valer de todo esto.
Juan Montes: Si bien la innovación y el uso de herramientas digitales pueden ser de gran ayuda en procesos de rendición de cuentas, no debe dejarse de lado la importancia de algo que va más allá de la tecnología y es la confianza.
Juan Martín Vila: Yo creo que, principalmente, la crisis de gobernabilidad hoy en día, que hay en todo el mundo, se da por la falta de confianza en las instituciones. Y ese es un problema que aqueja a Colombia, a Argentina, a Brasil, también a España y a distintos países de Europa.
No hay confianza, no hay confianza en las instituciones. En Estados Unidos no hay confianza en las instituciones y es algo generalizado y es una instancia en la que la democracia nunca tuvo este escenario tan pronunciado de falta de confianza en sus instituciones.
Entonces es totalmente inválido este planteo y cómo podemos ajustarlo, pero creo que esa falta de confianza no se basa en lo digital, sino que se basa en la falta de confianza en la administración pública, en las instituciones.
¿Por qué? Porque no han hecho procesos reales, primero, de rendición de cuentas ni de involucramiento del ciudadano. Hay un distanciamiento enorme, muchas veces, entre la administración pública y la ciudadanía, en la resolución de los problemas.
La administración pública, como decía al principio, es el órgano por el cual los gobiernos tienen que dar soluciones a los ciudadanos, servicios, etcétera. Es decir, los ciudadanos franceses, allá en 1736, dijeron: “no queremos un rey, queremos un gobierno, queremos elegirlo, que nosotros elijamos esa persona para que nos dé los servicios y allá una Igualdad ante las leyes y haya un montón de cuestiones...”. Bueno, todo ese escenario hoy en día no se no se da porque los gobiernos, los gobernantes, los servidores públicos —no todos, porque no me gusta generalizar— muchas veces no están a la altura de la resolución de los problemas a los que se enfrenta a la ciudadanía.
Y entonces esa ciudadanía entra en crisis de confianza diciendo: “ustedes están ahí, tengo un problema de medio ambiente, de pobreza, de inseguridad, de educación.... de lo que sea y no hay un espacio donde estén dando las respuestas correctamente. Entonces si no estás dándome las respuestas correctamente y eso es reiterativo, yo ya dejo de confiar en eso”.
Más allá de eso creo que se pueden hacer herramientas digitales y hay sistemas digitales que van a simplificarnos mucho desde luego, plantear el uso de blockchain o si se usan algoritmos de transparencia y ética pueden potenciar muchísimo la confianza, pero en cualquier caso de rendición de cuentas es importante involucrar a la ciudadanía, no para contarle, no en plan de rendición de cuentas de “te cuento qué es lo que hecho”, sino involucrarlos en el hacer y ahí cambia.
Si uno involucra en el hacer, en la toma de decisiones y en la elaboración de planes y en ejecución de esos planes, hay distintos actores de afuera de la administración pública y abre su gobierno hacia ese camino, va seguramente a lograr una mayor validez, porque ya no es el gobierno el que lo hace, sino que es el gobierno con estos actores, el que lo está haciendo, y después sí, contarles y rendirles cuentas.
Pero, de vuelta, el proceso de rendición de cuentas, simplemente de venir y decir y anunciar lo que hice puede carecer de mucha confianza porque no hay un involucramiento, entonces hay que involucrar también en las otras instancias y no solamente en el final que es cuando rendimos cuentas.
Entonces creo que ahí la confianza va a cambiar en eso y en que haya grupos que también auditen esa rendición de cuentas, grupos especializados totalmente apartados, en el buen sentido del gobierno, que no sean parte del gobierno, que auditen lo que está diciendo el gobernante.
La administración pública, en general, tiene que transformarse hacia una administración pública del siglo XXI donde los valores del gobierno abierto son fundamentales para poder tener una democracia certera y que le dé confianza a los ciudadanos porque quiere decir que le va a dar buenos servicios y va a establecer bien la ejecución de los derechos y eso tiene que ver con las expectativas de la ciudadanía y hoy en día es mucho más fácil y rápido hacer trámites con el sector privado, porque se han ‘uberizado’, por así decirlo, y se han digitalizado, es fundamental que la rendición de cuentas, la transparencia, la participación ciudadana y el uso de los datos vivan esta transformación necesaria para acercarlos más porque son condiciones transversales a todas las áreas de gobierno y que tanto salud, educación, promoción social, economía, etcétera, pueden valerse de estas herramientas que tienen que ser modernizadas y potenciadas para dar estos servicios a la ciudadanía.
Creo que esa transformación es ineludible y sí destaco Colombia vienen avanzando muchísimo, así lo ha reconocido la OCDE en materia de su desarrollo del gobierno digital y transformación digital del estado.
Juan Montes: Y nada mejor para consolidar la confianza por parte de los ciudadanos que la cercanía de las instituciones. Así lo comenta Elsa.
Elsa Quiñones: La rendición de cuentas puede ser algo muy sencillo, no requiere necesariamente de la inversión de grandes recursos. La ciudadanía lo que necesita realmente ser escuchada y esta escucha puede facilitarse a través de espacios que son cercanos a la comunidad, cuando los directivos van a diferentes espacios donde pueden interactuar con los ciudadanos sencillamente allí pueden hacerse ejercicios muy simples de rendición de cuentas.
Hemos tenido o experiencias en las cuales directivos, por ejemplo, en zonas de carreteras, donde hay desarrollos de algunas infraestructuras, se sientan sencillamente en el piso con los ciudadanos de una vereda y les cuentan qué es lo que están haciendo y cuáles son sus recursos y los escuchan. Entonces, son prácticas muy sencillas de acercarse al ciudadano, que no requieren una gran inversión de recursos.
En la medida en que esto lo convirtamos en algo permanente y cotidiano del quehacer de las entidades, estamos seguros de que se va a fortalecer esa relación de la ciudadanía con la administración, así sea para quejarse o cuestionar, lo cual también es muy valioso en los ejercicios de rendición de cuentas y a ello no hay que temerle, al cuestionamiento, a la crítica.
Hay que estar dispuestos como servidores públicos y frente a ello dar respuestas honestas y coherentes, de qué es lo que está pasando y cómo podemos mejorar. Creo que esa recomendación sería muy importante tenerla en cuenta y, por otro lado, decirles que pueden contar con Función Pública, venimos compilando buenas prácticas de rendición de cuentas de todo el país, ya por varios años, tenemos más de 5 años recopilando buenas prácticas sencillas, al alcance de todos, que lo tenemos a su disposición y contamos con el equipo de asesores en la Dirección de Participación, Transparencia y Servicio al Ciudadano al cual ustedes pueden acceder a través de pues nuestros canales de comunicación institucional, solicitar las asesorías y atentamente estaremos acompañando todas esas necesidades que nos planteen sobre rendición de cuentas.
Juan Montes: Gracias a Paulina Yepes, docente de la Universidad EAFIT; a Juan Martín Vila, experto en gobierno abierto de EVM España, y a Elsa Quiñones, coordinadora del Grupo de Análisis y Políticas de la Dirección de Participación, Transparencia y Servicio al Ciudadano de Función Pública.
Así finaliza esta primera entrega del especial sobre rendición de cuentas de Frecuencia Pública, el podcast del Departamento Administrativo de la Función Pública. Soy Juan Montes y los invito a que ingresen a www.funcionpublica.gov.co/podcast para escuchar otros episodios y contenidos de audio.
Función Pública
Con los servidores, por los ciudadanos.